Cada día que pasa, cada curso que pasa, en cada ley que se publica,...
Se habla cada vez más de la importancia de una atención individualizada y de la incorporación de las nuevas tecnologías al proceso de enseñanza y aprendizaje. En el mundo de la educación, hasta nuestros días, se diferenciaban claramente dos polos con respecto a esta idea ya que se consideraba que en un aula normal dicha atención no se puede llevar a cabo de una forma real.
Una de las posturas es la que aquí en España ha sido tradicionalmente defendida, homogeneización de ritmos a un punto cercano al máximo en una campana de Gauss que estudie las capacidades de nuestros alumnos, es decir, seguir el ritmo de la media o incluso bajarlo, si fuese necesario, alegando que todos tienen que alcanzar unos mínimos. Esto es integración, no inclusión.
La otra postura es la defendida por nuestros vecinos sajones que alegan que para que todos los alumnos alcancen el máximo de su potencial, se debe segregar al alumnado según sus capacidades. Esto choca con el principio educativo de la igualdad de oportunidades que nosotros defendemos. Y pese a proporcionar una educación mejor al alumnado particularmente, es segregación.
Desde edureb proponemos una tercera alternativa que nos libra de estás consecuencias que a nadie gustan. Proponemos un modelo metodológico que permite una individualización del aprendizaje respetando e incluso apoyando la diversidad, basado en el uso de 1:1 con tablet.
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