martes, 3 de febrero de 2015

Integrar los contenidos en situaciones reales

¿Cual debería ser la tarea de un profesor que actúa como guía del conocimiento y no como transmisor de contenidos?

¿Se puede programar experiencias reales sin olvidar los contenidos y objetivos curriculares oficiales?

Cocinar con recetas integra contenidos matemáticos como las propiedades de los números racionales, el álgebra, ...; contenidos científicos como los alimentos, las mezclas, las propiedades de la materia, ...; contenidos lingüísticos como la lectura comprensiva, los textos instructivos, ...; contenidos sociales como las diferencias en cultura culinaria, el encuentro en un entorno compartido de trabajo, ...

En la escuela, como yo la recuerdo, había pequeños laboratorios (de tecnología, de cocina, ...) y los pequeños a veces, si teníamos suerte, íbamos al laboratorio y poníamos en práctica lo que aprendíamos en la clase de teoría.

Pues bien, los alumnos aprenden más en esas sesiones que en muchas de las otras, entonces ¿por qué no se le da la vuelta a la tortilla? Estaría bien una escuela en la que la clase de teoría fuese a aquella a la que vas a reforzar lo aprendido en la práctica y no al revés.

Los deberes

De la misma manera pasa con las tareas que se llevan a casa y de cómo se ha trabajado en el aula para llegar a eso, muchas veces en mi experiencia como profesor particular me hice la pregunta de para qué sirven tantos deberes que, en muchas ocasiones ni se corrigen. 

Si el alumno tiene que aprender a sumar, lo que debería hacer en el colegio es sumar, no escuchar como se suma. Muchos profesores piensan que no hay manera de explicar a ciertos alumnos ciertas cosas, pues yo pienso que no hay cosas que explicar que no surjan de una pregunta, el crío tiene que experimentar, buscar e incluso preguntar, ¿qué sentido tiene que alguien que no sabe sea el que responde a preguntas?

En las aulas se pasa más tiempo enseñando a los pupilos qué han hecho mal que dándoles la oportunidad de hacer las cosas bien por sí mismos.

¿Es el sistema el problema?

Muchos argumentan que la ley no permite realizar cambios o improvisar, otros lo hacen aun pensando eso. No es verdad, el problema es que cuesta mucho y requiere de creatividad, la ley educativa no es tan restrictiva. Ahora, si alguien quiere poner en práctica algo nuevo debe demostrarse que no es algo descabellado y la manera es cumpliendo con unos mínimos, que como bien sabréis los que habéis leído algo de este blog, a mi no me complacen (los que hay ahora), pero se puede.

Por ejemplo, Montessori cambió el método sin cambiar el sistema, también hay centros Waldorf que cumplen la normativa, así pues ¿qué vamos a hacer los que podemos para que se dé el cambio en lugar de quejarnos de que no podemos hacer nada?

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