La crisis económica
Todos hemos oído la explicación de los créditos ninja, de las aseguradoras y los bancos que nos han preparado paquetitos de inversión super-rentable que encerraban hipotecas de altísimo riesgo... Aunque no todos saben lo que ha pasado con muchos de los bienes inmuebles de nuestro país desde el comienzo de la crisis, la caída de los precios ha supuesto que algunos de nuestros más valiosos activos los hayan comprado grandes empresas extranjeras.
Mientras tanto, los gobiernos se han dedicado a ayudar a bancos (buenos y malos) y a desproteger a los ciudadanos. Por nuestra parte, los ciudadanos hemos agarrado lo poco que nos queda y hemos decidido no sacarlo hasta que todo pase (alargando la situación).
Los bancos a los que hemos ayudado, para que no empeorasen las cosas, han cortado el crédito porque ya no se fían, para colmo, y las empresas que, debido a su mala gestión, han dependido del mismo para tener liquidez se han ido desplomando o simplemente librando de la pesada carga que son los empleados. Los cuales han decidido, en muchas ocasiones, que encontrar trabajo es imposible y han desistido.
Ahora lo que nos planteamos es si realmente esta es un crisis económica en sí, teniendo en cuenta que es una crisis de las que los economistas llaman de demanda, es decir, el fallo se encuentra en que los consumidores no compran, no hay falta de producción, no hay escasez, lo que hay es mucha producción para nuestros bolsillos.
La crisis de valores
¿Cómo hemos llegado a esto? Puede que hallamos invertido demasiado esfuerzo en mejorar los procesos y nos hayamos olvidado de los porqués y los para qué.
Ahora nos encontramos con una situación de recortes y austeridad que quizá no sea la solución, ¿qué hay del cambio? Si hemos estado haciendo las cosas mal, ¿no deberíamos centrar nuestros esfuerzos en buscar los errores y resolverlos en lugar de seguir los mismos esquemas?
Un error cometido ha sido la falta de emprendimiento, ¿no deberíamos centrar parte de la educación en la creatividad y la prueba-error que son los factores necesarios para el emprendimiento?
Otro error ha sido gastar por encima de nuestras posibilidades, ¿y la educación financiera?
Y, por supuesto, a mi parecer un gran error ha sido la falta de civismo y espíritu de grupo, a algunos nos enseñaron cosas como: "compartir es vivir", "trata al prójimo como te gustaría que te tratasen a ti", "la comida no se tira" y un sin fin más de premisas que, al final, son valores transmitidos por la familia, pero el colegio debería darle más importancia a esta educación que a contenidos y objetivos basados en la erudición.
¿Y ahora qué?
Cómo no, mi solución para salir de la crisis de una vez por todas y no volver a caer en lo mismo es la EDUCACIÓN.
Pero, ¿qué tipo de educación?
Pues una educación centrada en valores, los cuales no deben ser impuestos desde ningún gobierno, sino desde la propia comunidad educativa, las familias, los colegios, el profesor, la sociedad (organizaciones no gubernamentales, empresas, Iglesia, ...), los iguales.
Y por otra parte no solo la educación como institución, sino la educación como característica humana, es decir comportarnos como personas educadas más a menudo, es decir, volver a cuestiones como el uso del por favor y el gracias, ayudar a los necesitados, ser generosos y un largo etcétera. Todos hemos recibido algún tipo de educación en valores, lo que hace falta para salir de esta situación es ponerla más en práctica y no olvidarnos de que formamos parte de un grupo que abarca a toda la especie y es lo que nos diferencia de los animales y nuestra mejor arma de adaptación.
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